🎭 26 de septiembre de 2025
Antes que el Like fue el Aplauso

“El público es, por así decirlo, el creador del arte del teatro”, dice Max Herrmann, fundador de los estudios teatrales en Berlín. Y podríamos ampliar su reflexión diciendo que el público es el creador de un gesto llamado “aplauso”. Ese es quizás el gesto más genuino que puede expresar un espectador al final de una función.
Veinticinco siglos atrás, los primeros espectadores del teatro asistían a las obras de Sófocles y mientras presenciaban sus tragedias eran invitados a comer olivas y a beber vino; tal vez entre tantas viandas no había tiempo para los aplausos. Por ello, mucho más adelante, en el siglo XVIII, los teatros “a la italiana” se diseñaron para que ese espectador se pudiera mirar con otro y construir con su gesto de aprobación -el aplauso- o desaprobación -el abucheo- , un diálogo silencioso, una puesta en común y social; en últimas, el acontecimiento que se crea en presencia de toda la comunidad congregada en el aquí y el ahora, que es lo que define al teatro. Por eso el like no hace parte del ritual del teatro. Mientras el aplauso es la narrativa corporal del afecto, el like es un simple dato sin narrativa.
El lema de esta edición del FIT manizaleño (Antes que el like fue el aplauso. Una reacción que no roba tus datos) es una provocación para aplaudir a los centenares de artistas que recalan en la ciudad durante los diez días de la fiesta escénica más antigua del continente; para aplaudir las historias allegadas desde tiempos lejanos, con Shakespeare y Cervantes reescritos para estos tiempos; para aplaudir los cuerpos, el movimiento y el gesto del actor expresado en la danza contemporánea, el ballet, el circo, el unipersonal, el musical…
El espectador es la presencia viva, natural, del teatro. En tiempos de lo artificial, que no deja huella, el aplauso es el alimento del artista.